martes, 26 de diciembre de 2017

LA ESABORICIÓN DE TRABAJAR

Ya saben ustedes que se llama tópico a lo que, siendo más falso que la mentira más descarada, a fuerza de repetirlo parece tan verdad como que hemos de morir.
Por ejemplo: de los andaluces dicen los que no lo son que, de tan vagos, ni para comer nos sentamos porque lo hacemos tumbados y que, más que vagos, somos vagones.
Se entiende por vago al que dedica más esfuerzo a eludir el trabajo del que requeriría cumplir el compromiso laboral.
Hasta hace menos que nada (prácticamente hasta que la Junta de Andalucía dictó solución a una discrepancia del Tribunal Supremo sobre la jornada laboral), la vagancia de los andaluces la consideraban un defecto sus compatriotas de las demás regiones españolas.
Llovió sobre mojado cuando su gobierno eximió a los andaluces de otras dos horas y media semanales de trabajo.

El Tribunal Supremo de España , de la que Andalucía es parte, rechazó la dádiva del descanso adicional, por lo que los del gobierno de Andalucía han contraofertado, y les ha sido aceptado, que la media hora diaria de regalo de los cinco días de la semana sean de cumplimiento “no presencial”.
¿Mande?
“No preocuparse” (en castellano ”no os preocupeis”) que Susana Diaz, por ahora última de la dinastía socialista que reina en Andalucía, ha conseguido aliviar el peso del yugo del trabajo.
¿Y cómo lo ha hecho, Dios la bendiga?
Pues que pueden llegar cada uno de los cinco días semanales laborables media hora después o salir media hora antes de la prevista para inicio o final de la jornada.
¿Y se suprimen los habituales coffees breack o montillas breack de entre medias del laburo?
Ni hablar. Ese derecho social es irrenunciable y esta más que consolidado con el tiempo.

Comme il faut. Como tié que sé.
Y, si me guardan el secreto, les aviso que Susana planea y trama reducciones del horario laboral y subidas de sueldo, si los andaluces tuvieran a bien reelegirla.