miércoles, 25 de julio de 2018

ZURRARLE LA BADANA A LOS CRITICOS


Tan de gente buena es compadecerse de las desgracias de otros como alegrarse de que haya encontrado por fin un manantial de agua fresca el que llevara tiempo arrastrando la lengua de sed.
O, lo que es lo mismo, que ese beduino que con tanta pertinacia ha buscado durante tanto tiempo la puerta de escape de su ningunez política, por fin la haya abierto de par en par.
Pero ha descubierto que dura poco la alegría en la casa del pobre porque, cuando todavía se restregaba los ojos deslumbrado por el radiante futuro que le garantizaba su brillante presente, el alma se le cayó a los pies.
¿Y se le rompió?
--No se le rompió porque el alma es intangible. irrompible e inconmensurable y, cuando se dice que a alguien ase le ha roto el alma, lo que se quiere decir es que a ese alguien le han hecho la puñeta, que a ese alguien le han metido los dedos índice y corazón en el ojo derecho y en el izquierdo respectivamente.
¿Y cómo ve ahora las cosas Pedro Sanchez?
--Pues muy malamente, pero no tanto como para reconocer que debería haber comprado billetes de autobús, o  sacado del garaje su coche privado, haberse puesto al volante y llevar a su señora a ver “The Killers” que deben ser la mar de buenos porque, aunque su nombre significa “Los Asesinos”, quienes los conocen dice que son de muy buena familia.
Y, después de eso ¿qué hará Pedro Sanchez?
--Pues perseverar, ordenar a su vicepresidenta que justifique sus futuras meteduras de para antes de que las cometa y zurrarle la badana a la oposición política que son los malos porque, si fueran buenos, estarían gobernando. En una democracia honesta, el pueblo nunca se equivoca.