Nunca como entonces ni desde entonces han expresado tan
claramente su anhelo más íntimo los españoles como lo hicieron aquel día de
1823.
--¿Y cómo lo
hicieron, si puede saberse?
--Pues saludando al
Rey Fernando VII al grito de “Vivan las cadenas”
(Y es que después del
triunfo liberal iniciado por el golpe de estado de Riego tres años antes, los
conservadores, con patrocinio de Francia como todos los virajes a los que se ha
visto sometida la política española, restablecieron el absolutismo real).
El absolutismo es
una doctrina política que, tanto en tiempos de Franco como en los del
antifranquista Pedro Sanchez, siempre se ha impuesto en España.
¿Y qué pasó después?
--Lo que había pasado
antes, pasa ahora y pasará siempre: que tanto necesitan los españoles culpar de
sus carencias personales a otros, que protestan hasta del que ellos mismos
escogieron.
--Entonces, ¿no
sirve para nada en España cambiar de gobierno?
--Mucho más
conveniente sería cambiar de gobernados.