El reportero televisivo que hoy relataba una de las manifestaciones
contra el gobierno se refería a ellos como “nostalgicos del pasado”.
Como uno está entrenado para entender a los que hablan en publico digan lo contrario de lo que quisieran decir, supone que el
locutor se refería a los franquistas, partidarios de aquel general que murió hace ya
casi medio siglo.
Si es así, no parece que el Caudillo fuera un chisgarabís efímero como
los que lo sucedieron en el mando de España, todos ellos barridos por la brisa de
la historia, como hojarasca que el barrendero tira al estercolero.
¿Tan malo fue aquel general para los que todavía se asustan y lo evocan
con horror?
Mira que, si con el regreso de la magia medieval de las epidemias resucitan
los mitos legendarios como ya lo es el Caudillo…
--Y que, como los regalos que los magos llevaron al Niño Jesus, con
Franco nos devuelvan también a aquellos remotos tiempos en los que los
sarmientos resecos que somos ahora, volviéramos a ser tallos tiernos y
verdosos.