viernes, 24 de marzo de 2017

BENAVENTE Y PABLO IGLESIAS



Se dice que don Jacinto Benavente, aquel premio nóbel de literatura español autor de “Los Intereses Creados” llegó a ser tan popular entre las opulentas señoras de su tiempo como en los suyos lo es Pablo Iglesias para sus escuálidas adoratrices.
En cierta ocasión un nutrido grupo de aquellas fans de Don Jacinto lo acosaban para que “les dijera algo”.
“No me gusta hablar a tontas y a locas”, dicen que se excusó.
Y en eso, y en mucho más, Don Jacinto se diferenciaba de Pablo Iglesias que, en cuanto tiene audiencia propicia, abre el grifo de sus palabras aunque se ahogue en la inundación que provoque.
Un ejemplo:
Entrevistaban en una emisora al locuaz Iglesias sobre su negativa y la de su partido a condenar la agresión a unos guardias civiles y sus novias en un bar de Alsasua, allá en la antes bucólica Navarra, en la que si un hombre pegaba a una mujer era considerado poco hombre.
Pues Iglesias contestó, pontificando como siempre que habla, a la pregunta que le hacía el entrevistador: ¿había leído el auto judicial en el que se basa la acusación a los pegamujeres?.
No lo había hecho, admitió.
De lo que se deduce que Pablo Iglesias no es Don Jacinto Benavente porque, al revés que al nóbel de literatura, lo pirra hablar a tontas y a locas.