viernes, 22 de septiembre de 2017

TRAMPAS Y NORMAS



Previendo que se acercaba el final de sus días, Timoteo echó cuentas de lo que había sido su vida y llegó a una conclusión: “bonum certamen certavi cursum consumavi fidem servavi”.
En el idioma que se habla todavía en la mayor parte del territorio que por ahora sigue siendo España, significa algo así como “he competido en una buena competición y he llegado a la meta sin hacer trampas”.
Y es que en una misma competición deportiva no todos los atletas que la disputen son como Timoteo: los hay que ganan porque son más ràpidos y los que pierden porque sus adversarios los zascandillean.
Por lo general, ganan los tramposos.
Como ya se adivina que va a pasar en España.
Y es que el tramposo sorprende siempre a sus adversarios que se atienen a las reglas porque escoge el momento de hacerlo y cómo hacerlo : zascandilleándolo o empujándolo.
Y el que se atiene a las normas reacciona siempre tarde.
Como pasa desde que empezó la disputa sobre la independencia de Cataluña.
Los independentistas siempre se anticipan a los unionistas porque los partidarios de la independencia, desde que empezó la disputa, deciden cómo y cuando actuar.
La iniciativa es de ellos, lo que deja a sus adversarios como única respuesta, la de reaccionar.
El gobierno español debería arrebatar la iniciativa a los separatistas.
Si lo hiciera, Cataluña podría seguir formando parte de España.
Si no lo hace ya, Cataluña será independiente de España.