La tiranía del
tirano es directamente proporcional a las necesidades personales que el tiranizado
pida que le resuelva.
Es esa la razón por
la que los españoles siempre han vivido en tiranía.
Exigen al que mande
que resuelva los problemas personales que afecten a cada uno de ellos.
Tiene así el que
aspire a gobernar que prometer a cambio del voto que dará lo imposible, a
sabiendas de que ni siquiera va a poder dar lo imprescindible.
Sabe así el que quiere
gobernar que promete lo que no dará y el que con su voto le dé su confianza
sabe que no recibirá a cambio lo que le prometieron.
Es así la democracia
un juego de engaños en el que los bobos dan su voto a cambio de nada porque de
antemano saben que el listo al que favorece al votar no puede ni quiere cumplir
su promesa.
Es así el sistema
en que vivimos los españoles desde que murió el dictador Franco una dictadura como
la que desapareció pero que cada cierto tiempo se renueva mediante elecciones.
Elecciones que son como
las ovaciones rituales que atronaban al paso del cada dia más decrépito
dictador.
Y es que un pueblo
que se sacude la corresponsabilidad con el que manda porque lo eligieron no
deja de ser una dictadura electa.