jueves, 27 de junio de 2019

LAS ARMAS DE LA DEMOCRACIA


“Tiro piedras por la calle
al que le dé que perdone
tengo la cabeza loca
de tantas preocupaciones”

     Ni ese viejo remedio que recomendaba la vieja copla sirve en éstos momentos en que todas las calles están asfaltadas y, para encontrar una piedra que poder tirar,  tienes que ir a una cantera y pagar lo que por ella te pidan.
--Y ¿por qué se le han aflojado los tornillos de la sesera, si puede saberse?
--Pues porque llevan más de medio siglo diciéndonos que todos somos iguales y cuando les conviene lo contrario, dicen que los chivos con los chivos y las cabras con las cabras.
--Será, naturalmente, por lo de la diversidad deseable, dentro de la obligada igualdad de derechos.
--Será eso, que en unos sitios miden la distancia en metro y en otros en millas.
Lo que pasa es que, cuando a la diversidad no se le pone coto (y poner coto quiere decir prohibir cazar al que no le de permiso el dueño para que lo haga) la gente se cree que el tocino de la tia Maria es de todos y te lo puedes llevar de balde.
--“Son interpretaciones diferentes y hasta contradictorias de una misma realidad contemplada desde diferentes perspectivas”, sentencia el observador imparcial.
Y no, nada de eso. Es lo que es y lo que siempre será a menos que la discrepancia la resuelva el más fuerte demostrando que los demás son más endebles, conocidos también por débiles.
No es nada más que, como en todos los paises del mundo durante todos los siglos que el mundo lleva siendo mundo, el mas fuerte manda y el más endeble obedece.
---Eso si que no. Esto de ahora, en España, no es la dictadura que algunos tanto echan de menos. Esto es una democracia.
--Y ¿qué son los votos, legal o fraudulentamente hacinados, sino las armas de esta dictadura democrática?