lunes, 7 de septiembre de 2020

 

Me limito a calcar lo que el sabelotodo que es Internet dice que es acción directa:” La acción directa o medida de acción directa es la realización autoorganizada de una iniciativa individual o grupal, enfocada en dar respuestas puntuales a situaciones concretas”.

   ¿Qué catástrofe es más palpable que ésta inverecundia en la que han encenagado a España los profetas falsos de ésta democracia apócrifa?

    Y es que un concilio de los más eminentes sabihondos del país ha llegado a la conclusión de que lo que diga una mayoría de insensatos prevalece sobre lo que recomiende una minoría de prudentes.

    Por bautizarla con un nombre rimbombante, a esa insensatez la llamaron democracia, que consiste en proclamar verdad la mentira en la que la mayoría de ignorantes coincidan en llamar verdad.

    Y así le va a esta humanidad desquiciada desde que a algún tunante se le ocurrió eso de que el consenso unánime de los ignorantes certifica la veracidad de una trola.

    ¿Una prueba de que la mayoría suele equivocarse y, de hecho, se equivoca?

    Miren ustedes al que tiene sumida en la miseria y a punto de acabar con la recia raza española.

   Pues ese individuo al que tanto sacan en la Televisión, y que no serviría ni para fantoche de triquiñuela, en su vida ha demostrado que sepa labrar la tierra, cosechar trigo ni vender por saludable un caballo cojo.

   -- Pero es el español en que más españoles que obedecen creen en que es el mejor para mandar.

   --Pues vaya una prueba…se ha demostrado que los españoles solo aciertan cuando obedecen al que los trate a palos, y con la mayor economía posible de palabras.

    --¿Arre y sóo?

   --Lo primero para que echemos a andar y lo segundo para que paremos, sí señor.

--¿Y si ni así?

 --Vara verde de mimbre para que arree y cebada entre la paja para que se le olviden los palos.

--Y ese sistema de mandar tan raro y tan diferente al de la democracia, ¿cómo se llama?

   --Talento, Similiquitruqui, yo qé sé….