jueves, 22 de junio de 2017

LECTORES MASOQUISTAS



En aquellos tiempos pretéritos se enseñaba la teoría del periodismo corregida posteriormente por su práctica que, cada día, requiere revisión.
Por ejemplo: se elevaban la categoría social y los ingresos salariales de los periodistas con los del notario porque, se instaba a los estudiantes de periodismo a que fuéramos “notarios de la actualidad”.
Años más tarde, cuando ya me pagaba con mi trabajo mi sandwich de tuna fish, mi maestro Celso Collazo me enseñó en la practica la falacia de la neutralidad.
No sé por que, seria por la costumbre que crea hábito, los Estados Unidos y México  ya se remangaban para meterse mano por alguna discrepancia que solo podría solventarse a tiros.
Yo había estado siguiendo esa controversia y, una noche, Collazo me encargó que la desarrollara y actualizara con una información extensa.
Como las órdenes no se discuten, la cumplí y transmití antes de que Collazo saliera de su despacho y entregara un texto al teletipista para su transmisión.
Cortó el papel del texto que había enviado y me lo dio a leer: era el resumen de un editorial de The New York Times en el que se informaba de contactos entre los dos gobiernos que vaticinaban un acuerdo que resolviera el problema.
“Mañana verás en los controles de publicación que tu información la publican todos los periódicos de México y la mía ninguno. El lector es masoquista”.
Asi fue. Por eso Celso Collazo fue mi maestro y no lo fueron los profesores de la Escuela de Periodismo.