miércoles, 16 de septiembre de 2015

CATALUÑA Y EL TIO FRASQUITO



Algunos de los que contrajimos el vicio de leer cuando muchacheábamos a mediados del siglo pasado recordamos todavía una lectura iniciática, “Pequeñeces” del Padre Coloma.
En un pasaje, el Tio Frasquito, personaje chusco de la obra, percibe olor a chamusquina al ir a acostarse, busca el origen del fuego y su miedo solo termina cuando un familiar descubre que la llama de la palmatoria había prendido en la borla de lana del gorro de dormir del viejo.
Hay desde hace ya más años que meses que  un olor a chamusquina tiene en un sinvivir a los familiares de un trasunto del tío Frasquito, pero que al propio viejo parece que ni le va ni le viene.
El impertérrito tío Frasquito del símil es Cataluña, y el resto de España representa a los azorados familiares, que parece que son los únicos que huelen el olor a chamusquina que exhala la borla quemada del gorro.
O el tio Frasquito-Cataluña es un insensato por no preocuparle  el olor a chamusquina o los familiares-España del tío Frasquito son unos histéricos pusilánimes que se asustan sin otro motivo que refugiarse en el miedo para huir del aburrimiento.
O las dos posibilidades simultáneas: el tío Frasquito-Cataluña  quiere quemarse sin esperar a hacerlo en el infierno y los familiares del tío Frasquito-España son tan insensatos que se arriesgan a quemarse  ellos para evitar que se salga con la suya el que se empeña en arder.