Nos nacen en sus
parideros y nos entierran en sus cementerios.
Entre la vida y la
muerte, nos vacunan, nos educan, nos curan, nos dan protección contra
delincuentes, nos proporcionan trabajo, nos facilitan vivienda, nos garantizan
con un título nuestra capacidad para ejercer una profesión y, a una amplia mayoría,
les dan directamente empleo.
Es el Estado, cuyo
brazo ejecutivo que es el gobierno, decide cómo, cuando, y donde debe retribuirle
al estado lo que el Estado le dio.
Si en todo
dependemos los españoles del Estado, no nos extrañemos de que el Estado, a
través de su brazo ejecutivo que es el Gobierno, nos exija una retribución equivalente.
La abrumadora dependencia del Estado de los ciudadanos españoles nunca será gratis.
Ya se encargará el
Gobierno del Estado de recibir de los ciudadanos una retribución equivalente a
la que el gobierno del Estado prestó a los ciudadanos.
-- ¿Y en el caso de España, en el que los españoles
lo esperan todo del Estado?
--Pues el Estado está
legitimado a recibir de los ciudadanos todo lo que de los ciudadanos exija.
--Pero eso es esclavitud.
--Esclavitud es,
pero democráticamente establecida.