No estan estos
tiempos de tribulación para andarse con el bolo colgando.
(El bolo era el
machete de los soldados españoles en Cuba , a los que se recomendaba que
siempre lo tuvieron empuñado y listo,
para repeler ataques de los mambises).
Ni siquiera para
algo tan baladí como distinguir el sustantivo del calificativo sirven los que
nos conducen por el camino de la tribulación y el despropósito porque, aunque
no querían mandar, lo hacen porque los que los obedecemos les pedimos que nos
mandaran.
Vamos a dejar
de darle capotazos al toro para, sin más preámbulo, despacharlo de una estocada
pescuecera:
Años antes de
que se muriera el que nos habia engañado a todos alentando nuestra creencia de
que era inmortal, ya se hablaba de la democracia pero a escondidas y con sonrojo,
como si fuera una leperada.
Fue morirse el
timonel que impedía que encallara el barco siempre desarbolado de España y se
lió el lío: lo importante (el sustantivo España) quedó relegado en relevancia
al calificativo democrática.
Así que los que
ni dejan al Caudillo que descanse en la paz que se ganó al vencerlos en la
guerra, se han empecinado en que es mejor una democracia sin España que una
España sin democracia.
Ay estos
tunantes vendeburras que individualmente son sumisos y en patulea aguerridos…
Ya es febrero tiempo
en que, como los perros, vayan a echarse.