Equivocados estaban quienes tachaban de materialistas a los que parecían obsesionados con los bienes materiales, sobre todo con la economía y el dinero, porque se ha diagnosticado, por fin, que la enfermedad que tiene postrada a la economía mundial no se debe a una dolencia del cuerpo sino del alma.
“The Wall Street Jorunal”, el vademecum de consulta obligada para quienes quieran saber lo que ocurre en el mundo de los negocios, culpa hoy al “profundo sentimiento de melancolía entre los inversores” del batacazo que ayer se dieron las bolsas de todo el mundo.
Adam Shell coincide en “USA Today” en la ausencia de razones económicas para explicar que la Bolsa de Nueva York se desplomara ayer, lunes, a niveles anteriores a Abril de 1997.
“Las cotizaciones caen sin freno. Los inversores han entrado en pánico. Los numerosos intentos de operaciones de rescate gubernamentales fracasan en su pretensión de restablecer la confianza”, dice Shell.
Puede que lo que afecte a la economía mundial sea ese trastorno llamado melancolía pero ese estado de ánimo puede obedecer a alguna carencia física, como la que en el ser humano desencadena a veces la anemia.
Scott Black, presidente de Delphi, cree que la caída de las cotizaciones traducía la desconfianza en los planes de rescate de la economía puestos en marcha por Barak Obama y un varapalo personal al presidente.
Debe ser un sentimiento extendido porque “Los Angeles Times” se queja de que “cada día hay un nuevo plan de reactivación y cada día se anuncia la necesidad de un plan nuevo de rescate de alguna empresa o sector en quiebra. Los mercados están paralizados”.
Todavía no ha entrado en funcionamiento el que Obama apadrinó por valor de medio billón de euros y “The Washington Post” revela hoy planes para uno nuevo: la creación por parte del gobierno de varios fondos de inversión para comprar a los bancos los créditos contaminados y de difícil recuperación que están paralizando la reanudación de su actividad crediticia.
Dice el periódico que Obama estima que sería necesario dotar esos fondos con alrededor de un billón de dólares, el equivalente a la suma del plan de reactivación de George Bush y del que el propio Obama impulsó nada más acceder a la presidencia.
Un billón de dólares es, peseta más o menos, el 80 por ciento del Producto Interior Bruto de España, es decir lo que produce este país durante un año.
Qué vista le dio Santa Lucía al gobernante con apellido de remendón (1) que dirige nuestros destinos y que, hasta hace pocos meses, no veía crisis económica por más que mirara.
(1) Por supersticioso, me resisto a escribir el apellido del Presidente del Gobierno. Solo pensarlo me obliga a formular, como antídoto, una jaculatoria a mi Santo Patrón, el único capaz de meterle las cabras en el corral a Lucifer, Satanás o El Demonio, que a cualquiera de esos nombres está siempre atento.
7 comentarios:
El patrón de los farmacéuticos, respetando cualquier otra opinión dificilmente más documentada, he oido decir que es san frasquito de sales. El de los periodistas, asevero que es San Francisco de Sales.
Miguel, según su propia confesión, tiene como patrón un campeador de luciferes y satanes. A él se encomienda en piadosa jaculatoria. Quiera Dios que su rogativa sea atendida con generosa conmiseración. Mientras eso ocurre, yo sigo haciendo palmas.
.................
Me emocioné, Miguel, cuando esta tarde
al tomar con café tu comentario,
me turbó el ademán del boticario
que de patronos siempre hace alarde.
San Francisco de Sales, ¡que él te guarde!
y te ampare del mal su escapulario,
te defienda de torvos mercenarios,
de felones, de viles y cobardes.
No sugieras, jamás, que el Zapatero
debiera regresar a sus zapatos
noble oficio de pieles y de cueros:
si en el taller sigue tan insensato
seguiremos fardando de agujeros
en las suelas, donde se encierra el gato.
¿Sales son de baño, de ese San Paco
Siendo también patrón de periodistas?
O ando reparado de la vista
O usted, don Antonio se ha hecho un taco.
Había tenido siempre por macaco
Facha, mason, pelota o comunista
Al que en prensa trabaja, sin más pista
Que imitar la prédica de Baco.
Mi Santo Patrón es, don Antonio,
Quien tiesas se las tiene al demonio.
San Miguel, Arcángel de la Espada,
Que en contra del San Paco de Saboya
Creado fue de la idea y de la nada
Porque a Dios le salió de su Santa Voluntad.
No sé como mi ira hoy aplaco
cuando a tu blog he pasado revista,
te he visto transformado en agiotista
especulando con términos opacos.
Haciendo a la justicia favor flaco
entre pío devoto y deista
mezclaste a Yhavé, ¡seminarista!,
con el dios de los ebrios, el dios Baco.
Que San Miguel te coja confesado
periodista de prez o de tramoya;
no encontrarás un sitio sosegado
porque el baldón en tí se desarrolla.
Serás, Miguel, vilmente azotado
por Santa Voluntad que en Dios se enrolla.
Yo rindo ante sus piés mi rota espada
y arrío ya mi enseña de combate
perdone, Don Antonio el disparate
de emular su grandeza con mi nada.
Me entusiasma este juego de luz y fantasía,
esgrima veneciana del fuego en la palabra
confiando anhelante que un limpio rayo abra
un pórtico de llamas, de ingenio y de ironía.
¡Adelante!, mi hermano de surcos y armonía
tu pluma es un arado que un campo estéril labra
relámpago creador de "Sabios" y de "Cabras",
románticas figuras, brillante alegoría.
Que te acune en el sueño un animoso viento,
que brote de tu pecho una brisa marina,
que sea tu reposo un tierno y dulce aliento
con nostalgias de horno, de madres y de harina;
claros amaneceres. De sirenas los cantos.
Levantemos el vuelo que el Sol nos ilumina.
...de sirenas acentos, que no cantos
Publicar un comentario