domingo, 7 de junio de 2009

EL PSOE PERDIO POR OBAMA

Ardua tarea es justificar lo inconcebible y engorrosa misión la de buscar reo de las culpas propias para que asuma la responsabilidad del tropiezo imprevisto.
Gracias a su experiencia en atribuir a otros sus yerros, los mandamases del PSOE han encontrado la cabeza de turco idónea de su derrota en las elecciones europeas: Barak Husein Obama, descendiente de musulmanes.
Fue la conclusión inevitable tras el apresurado aunque exhaustivo análisis del desesperanzador resultado de la votación en España, que señaló la victoria del Partido Popular, a pesar de que en la campaña había quedado claro que es de derechas.
Los analistas del Partido Socialista comprobaron que los candidatos del PSOE habían sido escrupulosamente fieles a la ortodoxia de los postulados de izquierdas:
Habían asustado a los electores del peligro del triunfo derechista, habían advertido a los obreros de la amenaza del PP, cortejaron a los trabajadores y a los sindicatos que dicen que los representan, y habían vapuleado el confesionalismo retrógrado de sus adversarios.
Buscaban y no encontraban los expertos electorales del PSOE las causas de su derrota, y ya desesperaban de encontrar explicación a la pérdida de 711.000 votos y a la ganancia de 220.000 del Partido Popular, respecto a las elecciones de 2004.
Si creyeran en el Espíritu Santo, habrían dicho que fue su intervención sobrenatural la que alumbró la mente de uno de los descorazonados cavilosos: “Obama”—exclamó—“La culpa ha sido de Obama”.
Cuando su poderosa dialéctica desarrolló su pensamiento, quedaron convencidos:
--“La derrota electoral”—los amonestó—“ha sido lógica y merecida porque hemos traicionado uno de los pilares doctrinales básicos del socialismo español: el antiamericanismo”.
Como en todo cónclave donde se expone una idea original y lúcida, también en el de los que congregaba a las más agudas inteligencias del PSOE protestó un discrepante:
--“Nunca hemos elogiado a los Estados Unidos”,--rechazó—“nos hemos limitado a valorar como se merece a un dirigente providencial y a un progresista de ideas tan avanzadas como las nuestras que, aunque sea presidente de los Estados Unidos, está dedicado a difundir en el mundo la ética y el ideario socialista”.
Fue acalorado el debate, pero de la discusión salió el consenso sobre las causas del la derrota del PSOE: está más arraigado entre los votantes españoles de izquierdas el antiamericanismo que el novedoso mensaje de Obama.
Los elogios a Barak Husein Obama, fue la conclusión a la que llegaron los ideólogos del socialismo español había sido, por lo menos, inoportuna.
Los votantes de la izquierda española todavía no están preparados para conciliar los intereses de los trabajadores con los de los Estados Unidos.

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