Uno tiene a veces la sensación de que es una efemérides, el
recuerdo de lo que fue y ya no es.
Sobre todo cuando
casi cada mañana vuelve a intentar que le hagan gracia las viñetas que publica
El Pais, supuestamente con la intención de
hacer gracia al que las vea.
Y es qe, invariablemente, después de haber
visto lo que se supone que debería ser gracioso, uno se queda con la sensacion
de que es gilipollas.
A lo mejor, es un decir, es que la gracia de
los graciosos autores de los supuestos chistes es de divertimiento exclusivo para
los de pasado mañana y uno es ya de anteayer.
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