sábado, 18 de abril de 2020

LA ESPAÑA INCURABLE

En días turbulentos como éstos, en los que solo pensamos en las postrimerías del hombre (muerte, juicio, infierno y gloria) los listos de hace siglos se dedicaron a contar guarradas y, de paso, a idear el Decameron.
    Por lo menos los de entonces sacaron provecho de una situación que les había sobrevenido y, si se hubieran garantizado los derechos de autor, se forrarían con las reediciones del Decameron.
   Pero, ¿y los de ahora?
   --Pues los de ahora se quejan de lo mucho que no está haciendo bien el gobierno que eligieron, y se consuelan engañándose a sí mismos con la imposibilidad patente de que otro gobierno lo habría hecho peor.
   ¿Y entonces, qué?
    Pues que, si los españoles no fueran españoles y, como consecuencia fuéramos gente seria, aceptarían que es imposible que ningún gobierno electo por españoles pueda contentar a los españoles por la manera en que gobiernen.
   --Oiga, y entonces, ¿qué?
  -- Pues que los españoles reconozcan que solo los beneficia el gobierno que no hayan elegido.
   --¿La dictadura?
   --La dictadura, tanto ésta como la que hubo antes que ésta y la que vendrá después de ésta.
   --¿Dictadura eterna?
   --Como el gazpacho. 

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