Una especie de incómoda desazón me inquietó al leer que, para Barak Husein Obama, José Luis Rodríguez Zapatero es “buena persona”.
No es que llegara a obsesionarme, pero tampoco pude dejar de rumiar qué habría querido decir el norteamericano.Me percaté de que, hasta que descifrara si “buena persona” era un elogio, no recuperaría el sosiego perdido.
Que José Luis Rodríguez Zapatero sea para Obama “buena persona” me trae sin cuidado. Lo que puso en guardia mi suspicacia es que Zapatero sea el Presidente del Gobierno de España.
En función de su cargo, lo que menos espero del presidente del gobierno de mi país es que sea cándido, noble, ingenuo y sincero, virtudes todas ellas atribuidas a las buenas personas.
Si Obama hubiera dicho del presidente del gobierno de España que es tenaz, avispado, exigente, suspicaz, inteligente, intransigente o duro de pelar, me hubiera quedado más tranquilo.
Porque, si la cualidad preponderante en un Presidente de gobierno fuera la de “buena persona”, sobran las elecciones: bastaría con ofrecerle el cargo al hermano lego limosnero de una orden de mendicantes.
La segunda consideración en mi lento rumiar del sentido de las palabras de Obama fue quien las había pronunciado:
Si José Luis Rodríguez Zapatero fuera “buena persona” para un antiguo compañero de instituto, para un primo hermano o para alguno de los jardineros de La Moncloa, la intención de elogiarlo sería inequívoca.
Pero quien se refirió así al Presidente del Gobierno de España es el Presidente de los Estados Unidos, con el que Zapatero, aunque sea a través de un intérprete, tiene que hablar de influencias, dinero, poder y otras bagatelas en las que la bondad estorba.
Como incorregible optimista, espero que el Presidente del Gobierno de mi país, cuando hable, si es que habla, con el Presidente de los Estados Unidos, le demuestre que se equivocó al calificarlo de buena persona.
Me gustaría que, después de esa entrevista, Obama rectifique y diga que Zapatero es más atravesado que el hueso de una aceituna atorado en su garganta.
2 comentarios:
Magnífico análisis, D. Miguel, pero el "Zapatero is a good man" yo no lo traduciría como "es una buena persona", que vale, sino como algo peor, "es un buen hombre", que como sabe Vd. que vivió en EE.UU. es una expresión bastante despectiiva, como de superioridad.
En realidad vino a decir que es un pendejo, creo yo. Lo que ocurre es que el mismo Obama es un metepatas y seguramente le salió la veta boba y dijo algo que puede ser interpretado en el sentido de su artículo, y en el de mi traducción. Recuerde como metió la pata con el caso del profesor de Harvard borracho que no podía entrar en su casa, y como se violentó con la policía cuando iban a identificarlo para ayudarle, Obama sugirió que los agentes eran racistas, entre los que había negros y el jefe enseñaba antirracismo
Tengo para mí que Obama, que es bastante bobo, ve en Zapatero un bobo mayor.
Tiene razón, Don Julián, tiene muchísima razón.Aunque con "buena persona" quise expresar la idea que usted apunta, debería haber traducido por "pobre hombre" lo que dicen que dijo del politico con nombre de artesano de la lezna y la chaveta la segunda versión de Carter--penitencia por Nixon-- con que los norteamericanos se están autoflagelando para expiar la presidencia de Bush.Muchas gracias.
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