viernes, 21 de mayo de 2010

EL "TRUCO TROYANO" PARA ACABAR CON ETA

Comprobada la eficacia del primer paso de su operación “Troian trick”, la policía ha decidido iniciar la segunda fase del “Truco troyano”, la sutil operación que está desmantelando a ETA.
Gracias al éxito del “Troian Trick”, las policías de Francia y España lograron descabezar seis veces en dos años a la organización terrorista.
El arranque del “Trojan Trick”, fue tan arriesgado que se pensó abortar la maniobra antes de ponerla en marcha.
Un infiltrado de la organización terrorista en la policía se hizo con las notas que había tomado uno de los participantes en una reunión de los responsables policiales. En los apuntes aparecía la escueta anotación “ETA-Troian Trick”.
Al borrar rastros de la reunión se detectó la desaparición del prontuario, lo que hizo temer que hubiera llegado a la cúpula terrorista.
(Se supo posteriormente que había sido así y que la jerarquía etarra estaba intrigada por el significado de ese “truco troyano”.)
Los servicios secretos policiales adoptaron una contramedida que resultó acertada:
Enviaron periódicamente por correo ordinario como propaganda comercial rutinaria a dirigentes y simpatizantes de ETA paquetes de preservativos marca “Troian”, los más populares del mercado internacional.
Los destinatarios sospecharon, hicieron analizar el contenido de los envíos publicitarios y un laboratorio amigo de Boise (Idaho), confirmó que el lubricante de los condones contenía una sustancia letal para los usuarios.
Confiados en que habían descubierto el truco de la policía para eliminarlos, los dirigentes etarras tiraban a la basura los preservativos “Troian” en cuanto los recibían, aunque comentaban a quienes sabían confidentes del poder maketo la bondad del inesperado regalo.
Dejaron los servicios secretos policiales que los etarras se confiaran en que habían neutralizado la amenaza de los condones para activar la verdadera “Operación Troya”.
Ordenaron a un infiltrado, que pacientemente se había ganado la confianza de la cúpula terrorista, que comunicara datos que permitieran detener a los dirigentes, aun a riesgo de poner en peligro su cobertura.
A la decisión de activar al infiltrado durmiente se debe la decapitación en los dos años últimos de las sucesivas cúpulas etarras.
Los dirigentes policiales hacen frente ahora a una difícil alternativa: instar a que su infiltrado alcance la cúspide de ETA, entregarse y entonar el mea culpa en nombre de la Organización antes de pedir perdón y abjurar de los crímenes cometidos, o seguir entregando dirigentes terroristas a medida que ETA los encumbre.
Esa, todavía sin decidir, será la segunda fase de la que se ideó originalmente como “Operación Caballo de Troya”, que el indiscreto participante, un cosmopolita mimético, rebautizo como “Troian Trick” para hacerla digna de James Bond, que en español sería Santi Lazo.

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