Los del Partido Popular, cuando les dicen que son de derechas, bufan, se les erizan los pelos del cogote y,
con el ansia de deshacer un malentendido vergonzante, proclaman que son de
centro.
Seguramente querrán decir que su ideología se sitúa en algún
punto entre la izquierda y la derecha
del arco geométrico pero, ¿exacta e invariablemente equidista de esos dos
puntos extremos?
¿Por qué temen los del Partido Popular que los califiquen de derechas?
Puede que sea porque temen que derechista podría tomarse por sinónimo
de franquista.
Para evitarlo y adquirir la libertad de decir que son lo que sienten,
no tendrían más que admitir que Franco mantuvo el orden social y político en España
suprimiendo las libertades cívicas, lo que lo cataloga como tirano.
El régimen de Franco según los eminentes politólogos Norberto Bobbio y
Danielle Allen, fue de izquierdas porque impuso la igualdad religiosa,
política, sindical, de pensamiento y cultural, para lo que suprimió las
libertades cívicas.
También se definiría como de izquierdas según los baremos de Eric
Hoffer y David Nolan por el control estatal de la economía, la educación, los
medios de difusión, y hasta la manera de vestir de los ciudadanos.
Otro síntoma que los politólogos
achacan a los regimenes de izquierda y que caracterizó al franquismo fue el
empleo de su monopolio legislativo para modelar a su gusto la sociedad que
gobernaba.
El gobierno del Partido Popular ha dado prioridad durante el año que
está a punto de cumplir Mariano Rajoy como presidente, a salir de la crisis que sufre la economía.
Ha optado por medidas que cualquier gobierno de izquierdas habría
impulsado: recaudar más impuestos de los ciudadanos, reducir los servicios que
el Estado prestaba y mantener o incrementar la burocracia política.
El enrevesado tramado burocrático, que llega a triplicar
responsabilidades por el mismo servicio, es un freno para el
progreso de la sociedad y, como en los más ortodoxos regímenes de izquierda, su
función es servir al poder para controlar a la sociedad.
Puede que el repelús de los del Partido Popular cuando los llaman
derechistas tenga una explicación más simple que la de los complejos y el miedo
de que los llamen franquistas.
Les molesta que los definan como de derechas porque el Partido
Popular, si gobierna como la inquierda, es porque es de izquierdas.
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