EL PASTOR Y LAS OVEJAS
“La suerte que la lengua corra depende tanto de
la Real Academia de ella, como depende de la Real Academia de Medicina el
porvenir del bazo o del tiroides, o de las ciencias físicas el porvenir de los
anillos de Saturno.
La lengua la hace el pueblo, y no los académicos”
La lengua la hace el pueblo, y no los académicos”
La frase se
le atribuye a Don Miguel de Unamuno, que si no era un antisocial según la
definición de la academia española de la Lengua (“contrario a la sociedad o
perjudicial para ella”), tampoco andaba todo el día de saraos.
Así que
interpretando con libertad el pensamiento de mi tocayo, me parece más o menos
que era partidario del “ande yo caliente y ríase la gente”, del natural egoismo
de que la humanidad debe ser satélite del individuo y no el individuo satélite de
la humanidad.
Esa
interpretación de la frase de Don Miguel tiene consecuencias, si no
terribles,por lo menos peligrosas en estos tiempos democráticos en que la
chusma cuenta más que el chusmeta, la piara más que cada uno de los cerdos que
la integren.
¿Debe el
pastor que pastorea las ovejas cuidar de todas ellas, una a una, o las ovejas
tienen que ir por donde le convenga al pastor que pasten, aunque la hierba no
les guste?
¿Es lógico
que, si el pastor y cada una de las ovejas son iguales (democracia), las ovejas
tengan que ir por donde al pastor le apetezca?
Si el pastor
es igual que las ovejas, ¿por qué las ovejas comen carihuelas (convulvulus
aervensis) y el pastor caldereta de cordero?
¿Pueden
sobrevivir las ovejas sin pastor? ¿Puede el pastor seguir siéndolo si se queda
sin ovejas a las que pastorear?
Demasiadas
preguntas para éste April fool, el día de los inocentes de las ovejas que balan
en inglés.
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