Me temo que un asunto de
importancia primordial para España ya se haya ventilado en las tenebrosas
penumbras donde se urden las componendas aparentemente intrascendentestes, pero
que trascienden al presente, al futuro previsiible y hasta al imprevisible.
Me estoy refiriendo,
naturalmente, al cargo de seleccionador nacional de fútbol.
Una tenebrosa campaña a favor de
Joaquin Caparrós arrancó hace días y, anoche en un programa radiofónico
deportivo (en el que como todos los de su especie se discute casi exclusivamente
sobre el Real Madrid y Cristiano Ronaldo), se lanzó una encuesta para que los
oyentes mostraran su apoyo a Joaquín Caparrós como próximo seleccionador.
Caparrós es un entrenador cuya
trayectoria en el oficio está marcada por los fracasos. Ha entrenado a los
mejores equipos (Sevilla, Atlético de Bilbao y Atlético de Madrid) sin ganar un
solo título.
Eso sí: su fútbol tosco y físico
los colocó en finales perdidas o los clasificó para torneos de tanto relumbre
como la antigua Copa de Ferias, la Liga Europea que el Sevilla gana
rutinariamenter ya sin Caparrós en su banquillo.
¿Y, si no es Caparrós, quien?
Fíjense en Paco Jemez, actual
entrenador del Granada, con un contrato en el que precavidamente introdujo la
clausula que le permitiría rescindirlo si lo nombraran seleccionador.
Desde que en 2012 empezó a
entrenar al Rayo Vallecano, matuvo en primera división al equipo hasta la pasada
temporasda.
¿Y qué mérito tiene eso?
Pues que era política de la
directiva del Rayo vender a finales de termporada a los futbolistas más destacados
de su equipo—y por ello más cotizados en el mercado—y tapar los huecos dejados
con profesionales que nadie peleaba por fichar, y por tanto era los más
baratos.
A pesar de eso, los equipos del
Rayo entrenados por Jémez se han distinguido
por el manejo técnico del balón, su
juego de pases cortos y defensa desde la delantera,
Como el estilo que implantó la selección
española de Luis Aragonés hasta el declive de Vicente del Bosque.
¿Se imaginan un Rayo Vallecano
integrado no por los más baratos, sino por los más deseados futbolistas de
España?
Y, por si fuera poco Paco Jémez,
aunque naciera en Las Canarias, es cordobés y su padre fué cantaor de Jondo,
conocido por Lucas de Écija.
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