Mi Susana
Diaz es como la remediaora de la Petenera: si no remedia nuestros males no nos
los remedia nadie.
Así que como
el equipo de gobierno que ayer no la había ayudado a desgobernar tanto Andalucía como Susana esperaba, lo ha
cambiado.
Hasta ahora
solo ha cambiado a tres o cuatro de sus achichincles por otros de similar trapío pero ya ha anticipado
que, en unos días, llegará el cambio de a de veras, el que elevará de rango el
cambalache,
Como en esta
vieja Andalucía se valora el presente referenciándolo con el pasado y no con el
futuro, para dentro de un par de semanas ya ha anunciado Susana el cambio que
dará sentido a los cambalaches ya conocidos.
Será el
de “Comisario de la Memoria Histórica” y
seguramente recaerá en Diego Valderas que,
por lo que sugiere su pasado comunista, enraizado en la neutralidad con que los
comunistas enjuician la historia, dará un nuevo enfoque al pasado cada vez
menos reciente: el de la última guerra civil y sus consecuencias.
Los pocos que
conocen el pensamiento del futuro Comisario de la Memoria Histórica vaticinan
que revolucionará el enfoque del pasado con efectos tan revolucionarios como
revolucionaría es su ideología.
“No
descansará hasta que con el bombardeo de la cordobesa Cabra por la aviación
ruso-republicana se haga la misma justicia que con el bombardeo
germano-franquista de la vasca Gernika”.
Hasta está
buscando ya, dicen, a un pintor que represente la angustia y el dolor de los
muertos del mercadillo egabrense a los que la aviación roja confundió con
soldados camino del frente de combate más cercano, situado a 800 kilómetros de
Cabra.
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