Si
lo de los rojos contra Amancio Ortega fuera un eructo a destiempo, con olvidar
esa falta de educación y buenas maneras el incidente quedaría liquidado.
Pero
no es así.
El
rechazo del donativo del rico resume toda la filosofía en la que los rojos
basan su acción política.
Y
es que los rojos no pretenden que todos los pobres sean como los ricos sino que
todos los ricos sean como los pobres.
Y,
además, que ricos y pobres compartan la misma pobreza no voluntariamente, sino porque
el Partido, el gran igualador por abajo, permita que únicamente los jerarcas
del partido estén por encima de los demás.
(Su
superioridad relativa la deben al escalafón que les corresponda dentro del
partido, porque fuera del partido serían nulidades abstractas, como los demás
ciudadanos).
Como
el partido lo es todo para los rojos, es el partido el que fija y exige lo que
los ciudadanos tienen que aportar al Partido.
Dar
al Partido más de lo que el Partido exige sería una transgresión, el
stajanovismo ya condenado en su tiempo porque el camarada Stajanov se excedía
en el cumplimiento de las tareas que el Partido le había fijado.
Amancio
Ortega, es el Stajanov moderno de éste comunismo arcaico que quieren implantar
en España para modernizarla, devolviéndola a mediados del siglo XIX.
No hay comentarios:
Publicar un comentario