“El Record de
empleo baja el paro al 15,28 por ciento, la menor tasa en casi una década”.(El
Mundo, 26-07-2018).
Afortunadamente para los políticos de
izquierdas, cuyo rentable objetivo vital es reglamentar la vida de los demás, ya
ha vuelto España a la normalidad y, en cuanto pase el verano, volveremos a la rutina.
Porque, si
por los efectos de una dolencia se puede identificar la enfermedad, en este
enfermo crónico que es la España disfrazada de democrática, con la izquierda en
el gobierno sube el paro y con la derecha baja.
Es decir, que
Pedro Sanchez, al que los socialistas tienen en la presidencia del gobierno, se
encargará de que el ciclo gubernamental cumpla los efectos naturales para que
vuelva a subir imparablemente el paro.
Hay muchos
que se preguntan por qué, si con los de la pseudo derecha del PP sube el empleo
y con los socialistas sube el paro, no están los primeros siempre gobernando y
los segundos permanentemente oponiéndose.
Porque la certeza
es tan aburrida como excitante es el riesgo.
Por eso las
películas de indios, de guerra o de terror tienen tanto público: la gente disfruta al contemplar desde la seguridad del
tendido cómo el toro despanzurra al caballo del picador.
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