Y digo yo: si los partidos
políticos españoles han demostrado que son un desastre antes de que apareciera
VOX:
a)¿por qué se les erizan las cerdas de la rabadilla en cuanto se les
menciona VOX?
b) ¿por qué solo aceptan de
tapadillo el apoyo de VOX?
c) Si no les hacen ascos al apoyo
secreto-discreto de Vox, ¿por qué se empeñan en que no se sepa?
d) Al aceptar el apoyo de VOX en
la discreción del secreto, ¿experimentan los partidos el excitante abismo de lo
prohibido?
e)La propensión a ocultar sus
relaciones con VOX, ¿no serán indicio de que lo que de verdad les interesa en
la vida pública lo ocultan también?
f) Los españoles a los que los
partidos políticos llevan medio siglo choriceando, ¿se dan cuenta de que los
pícaros engañan solo a los que estan predispuestos a que los engañen?
Pues dejémonos de hablar de política y políticos y volvamos a ocuparnos
del futbol, los toros, del frío que hace en invierno y del calor del verano.
Como en aquella cada vez más
lejana edad de oro, en las que un dictador benévolo nos orientaba para que
hiciéramos lo que debíamos hacer, pensáramos lo que debíamos pensar y
deseáramos lo que teníamos que desear.
Hechos, pensamientos y deseos
que, curiosamente, coincidían con los del dictador.
Y vivíamos felices.
--¡Pero no por Franco, sino
porque éramos más jóvenes!
--De acuerdo, también eso
contaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario