Hay una variedad literaria que se basa en la narración o
descripción de situaciones o paisajes más que improbables, imposibles.
Un suponer: cuando haya pasado el tiempo preceptivo, el
alma siempre atormentada de los españoles alcanzará la catarsis.
¿Y eso, qué es? ¿Es bueno o es malo?
Pues, chispa más o menos, es la purificación de las
pasiones resultantes de las emociones y exaltaciones que te han tenido con las
testes en la glotis.
O, para entendernos: que la angurria que te atocina
revienta al darte cuenta de que, por
poquito, la diñas por culpa de la corná de un toro.
Y esa catarsis, ¿servirá para que puedas comprar por cinco
euros el oro, el moro y la combinación informática que te permite abrir la caja
fuerte que guarda el tesoro?
Y eso . ¿a qué viene?
A que, ya transterrado Franco, a ver a qué le echan la
culpa de sus inepcias los gobernantes.
--Gobernantes por elección democrática popular.
--Se nota. Porque el pueblo, aparte de balar, tirarse
ventosidades y escurrir el bulto, no sirva para gran cosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario