Cuando alguien medianamente despierto percibe algo
desacostumbrado suele preguntarse ¿por qué?
Pregunta que éste
que lo es se hizo cuando, leyendo la prensa de esta mañana se encontró con que, en su primera página, El Pais publicaba
seis o siete (o tres o cuatro) noticias sobre China que, si no ponían los pelos
de punta, te sugerían que algo desusado pasaba en China.
O que a El Pais le
interesaba que sus lectores pensaran que algo (y por el talante de los
titulares amenazador) pasaba en China, país en el que servidor estuvo cuando allí
había un chino fotocopiado mil millones de veces.
Desde que aquel advirtió
que Europa debería echarse a temblar en cuanto apareciera por los Urales la
coleta de un chino, todos miramos con recelo a aquellos humanos de ojos
oblicuos que nos recuerdan a Fu-Man-Chu.
Así que algo malo
para España y los españoles se intuye de la lectura de EL Pais.
¿Y no será malo
para el periódico El Pais, su empresa y sus empresarios lo que ha inducido al periódico
a titular como ha titulado?
--Lo que sea bueno
para la Empresa de El Pais, sus directivos y accionistas, es bueno para España.
Como cuando Blancanito
y sus siete enanieves cantaban aquello de
“quisiera ser tan alta como la luna…”
Y siguieron peremnemente
enanos.
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