Es firme como un legionario
en esa posicion militar y tan digno de confianza como el Judas que le dio el beso
a Jesús en el Monte de los Olivos.
Es Pedro Sanchez, y
todo lo bueno que se pueda decir de él sobra.
¿Porque todos lo
sabemos?
Porque todos
sabemos que solo dice la verdad cuando, por equivocación, cree que está
diciendo otra de sus mentiras.
--¿Y no será que
miente porque cree que a quienes lo oigan los perjudicaria si les dijera la
verdad?
--Puede. Como los
nazis que les decían a los judíos al entrar en las cámaras de gas que se iban a
duchar para librarlos de la roña del viaje en aquellos trenes tan incómodos.
--Va a ser eso. ¿Cómo puede mentir conscientemente un caballero
tan apuesto que parece jefe del departamento de señoras en el Corte Inglés?
--No me lo podría de
creer.
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