sábado, 23 de mayo de 2020

SER Y PARECER


“La monarquía parlamentaria es una forma de gobierno con sistema representativo en la que el rey ejerce la función de jefe de Estado bajo el control del poder legislativo (parlamento) y del poder ejecutivo (gobierno).”
   Esa es la definición que el sabelotodo Wikipedia hace del régimen político impuesto a España desde que la dictadura de los partidos sucedió a la de Franco.
   Pero no siempre es lo que se dice que es.
   Porque ésta España es algo tan original que, desde hace unos meses, su sistema de gestión de los asuntos públicos es único en el mundo.
   Teóricamente, la jefatura del Estado recae en el Rey, que la transmite a sus herederos.
   Los atributos reales en España son meramente decorativos. Si con sus actos o dichos desagrada al Gobierno se le podría afear su intromisión en las funciones exclusivamente gubernamentales.
   El gobierno, gracias a  su propia mayoría parlamentaria o por la complicidad con otros partidos, controla el Parlamento y configura la orientacion del aparato judicial.
   La concentración del poder en el puño del Presidente del Gobierno es, de hecho, envidiable para muchas dictaduras.
   Esa , actuando como jefe del gobierno con funciones autoarrogadas, o cedidas   por el Presidente, es la que el vicepresidente Pablo Iglesias utiliza para marcar la orientación política con poderes que corresponden a Pedro Sanchez.
    ¿Y por qué se lo permite Sanchez a Iglesias?
   --Porque sin Iglesias, Sanchez dejaría de parecer lo que no es, el que manda en España.
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