“La monarquía parlamentaria es una forma de
gobierno con sistema representativo en la que el rey ejerce la función de jefe de
Estado bajo el control del poder
legislativo (parlamento) y del poder
ejecutivo (gobierno).”
Esa es la definición
que el sabelotodo Wikipedia hace del régimen político impuesto a España desde
que la dictadura de los partidos sucedió a la de Franco.
Pero no siempre es lo que se dice que es.
Porque ésta España es algo tan original que,
desde hace unos meses, su sistema de gestión de los asuntos públicos es único
en el mundo.
Teóricamente, la
jefatura del Estado recae en el Rey, que la transmite a sus herederos.
Los atributos reales
en España son meramente decorativos. Si con sus actos o dichos desagrada al Gobierno
se le podría afear su intromisión en las funciones exclusivamente
gubernamentales.
El gobierno,
gracias a su propia mayoría parlamentaria
o por la complicidad con otros partidos, controla el Parlamento y configura la
orientacion del aparato judicial.
La concentración del poder en el puño del Presidente
del Gobierno es, de hecho, envidiable para muchas dictaduras.
Esa , actuando como jefe del gobierno con funciones
autoarrogadas, o cedidas por el Presidente, es la que el vicepresidente
Pablo Iglesias utiliza para marcar la orientación política con poderes que
corresponden a Pedro Sanchez.
¿Y por qué se lo
permite Sanchez a Iglesias?
--Porque sin
Iglesias, Sanchez dejaría de parecer lo que no es, el que manda en España.
--
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