Hasta que se vio reflejado en el espejo y descubrió que el olor a chamusquina procedía de la borla de su gorro de dormir, que en una cabezada había tocado la llama de la palmatoria, el tío Frasquito no podía imaginar el origen del tufo.
Como al petrimetre caduco que el Padre Coloma describe en su novela “Pequeñeces”, un intenso olor a chamusquina intriga desde hace días a los sevillanos.
En contra de lo que desconcertaba al personaje de ficción, los ciudadanos de Sevilla supieron desde el primer momento que la tufarada a cuerno quemado la exhala la martingala de unos funcionarios de izquierda unida para desviar a correligionarios comunistas de Nicaragua, Cuba y Colombia, casi un millón de euros.
Parece que Cooperación al Desarrollo, a cargo de un concejal socialista, cambió de nombre sin haber realizado un fondo de más de 990.000 euros para cooperación internacional.
Bajo la aparente tutela de un teniente de alcalde de izquierda unida, se gestionó una modificación presupuestaria para que los fondos no realizados, pasaran a la fundación De Sevilla, gestionada por el Partido Comunista e Izquierda Unida.
El contrato entre el Ayuntamiento y la Fundación, firmado el pasado Diciembre, implicaba la entrega, en el momento de la firma, del 75 por ciento de la cantidad establecida.
Pero el Diario ABC asegura hoy que el Instituto de la Juventud de Nicaragua, destinatario de 276.670 euros del total de los fondos, ni ha recibido nada ni sabe nade del as unto aunque, para ser beneficiario, debería haberlos solicitado.
El Partido Popular, único en la oposición en el ayuntamiento de Sevilla, regido por socialistas y comunistas, ha exigido al alcalde, el socialista Alfredo Sanchez Monteseirín, que aclare cuanto antes el enigma.
Tantas esperanzas tienen de que lo aclare como de que deje de oler a podrido en el ayuntamiento de Sevilla.
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