lunes, 15 de marzo de 2010

DISCUSION TABERNARIA POR LA ECONOMIA SOSTENIBLE

El significado de economía sostenible parecía irrelevante pero, por la enconada controversia que suscitó, se diría que discutían la conveniencia de la cebolla en el sofrito para la paella.
--“La economía sostenible”—pontificaba El Ditero con aplomo impropio de su aspecto escuchimizado—“es la solución democrática contra la explotación de la clase obrera por los señoritos y la aristocracia”.
--“Es un invento del que nunca ha dado el callo”—replicó con sonrisa de medio lado el corpulento Ramón Pichaymedia—“porque si se hubieran tenido que manchar las manos con barro y no con tinta, no dirían tonterías".
Si no llegaron a las manos no fue por la amistad que los unía, sino por carecer del vigor que requiere liarse a golpes, por miedo a recibir más de lo que dieran y porque, para ejercer como siempre de árbitro, contaban con Salomón Cabeza Sagaz.
A petición de partes, intervino Alfonso Décimo:
--¨Lo de economía sostenible aparece en la Ley que, para salir cuanto antes de la crisis que tiene en coma a medio mundo, empezará a hacer efecto en España dentro de veinte años”.
Por la mesura de su voz o por la autoridad que sus contertulios le concedían y que tanto lo halagaba, El Ditero y Pichaymedia lo escuchaban como si esperaran oir cantar a los niños de San Ildefonso el número de su décimo de lotería.
--“La economía”—recitó—“es una ciencia que estudia la producción, intercambio, distribución y consumo de los bienes y servicios que necesita el hombre”.
--“Los economistas”—siguió—“se especializan en microeconomía, que se refiere a los consumidores directos y a las empresas, o macroeconomía que trata, globalmente, de la producción, el desempleo, la balanza de pagos, la inflación o el impacto de los salarios”.
--“No me digas”—se atrevió a interrumpir El Ditero—“que la economía sostenible la ha inventado Zapatero”.
--“No te lo digo”—concedió Salomón—“porque Zapatero no es capaz de inventar nada. Se limitó, como siempre, a tomar el rábano por las hojas y a llamar economía sostenible a lo que el Informe Brundtland definió en 1987 como Desarrollo Sostenible: “satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades”.
--Pues si es eso, Zapatero lleva razón, aunque se haya equivocado en el nombre de su Ley.
--Pues lo que yo creo—replicó Ramón-- es que Zapatero tiene que arreglar los problemas de ahora y no los de luego porque la única economía que necesitamos es la que sea rentable ahora y no dentro de 20 años para que no nos cueste el dinero que ahora no tenemos, sino que produzca el que hace falta.
--Por eso –defendió El Ditero--está haciendo centrales solares y molinos de viento para la electricidad.
--Con subsidios que pagamos entre otros—acusó Ramón-- y cobrando más cara la electricidad que la nuclear o la hidráulica.
--Es economía sostenible—desafió El Ditero—porque durará siempre.
--Es sostenible—vaticinó Ramon-- porque sin ayuda del Estado se derrumbaría.
Salomón miró al techo, hizo una seña al Pitorro y le pidió media de manzanilla y un plato de jamón bien cortado, y generoso en tocino.

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