De mis, por ahora, seis nietos, Andrés era al único con el que me quedana la deuda de, como a los otros, retratarlo en verso.Con esta espinela, quedo en paz. .
Pone Andrés todo su afán
sin jamás menguar su empeño,
aunque sea el más pequeño,
enn guiar a Pablo y Juan.
Siempre unidos como un clan
que comparten juego y pan,
secuaces en risa y llanto,
Andrés oficia de santo
de diablo o de truhán.
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