Como hace ya 16
meses que los que mandan empezaron a mandar, han reconocido que la cosa va a
peor y que, si sigue empeorando vamos a tener que comer basura (y racionándola
para que a todos alcance), ha llegado la hora de que los hombres buenos acudan
a salvar a la República (la cosa pública, se entiende).
Normas:
1,- Que el Estado estorbe lo menos posible a la Sociedad,
para lo que debe reducir su intervención a certificar su disolución.
2.-Que hasta ese feliz momento, cese totalmente su rivalidad
con empresas privadas a las que cobre cualquier tipo de impuestos.
3-Que hasta el
venturoso día de la total evaporación del Estado, financie los costos de su
abolición con fondos del Banco Central Europeo y del FMI.
4.-Que los Bancos
Comerciales les den con la puerta en las narices al Estado cuando acuda a que
les compre deuda con los dineros que deberían destinar a créditos para la
empresa privada.
5.-Que pidan perdón
todos los insensatos que han valorado al Estado por su carácter democrático en
lugar de por su eficacia.
6.-Que se dejen de
pamplinas los ilusos que predican que todos somos iguales y reconozcan, aunque
les duela, que todos somos diferentes.
7.-Que, como todos
no somos iguales, no da igual el que mande. No debe mandar el que más tontos
digan que es el más listo, sino el que demuestre en la lucha por mandar que es
el más listo.
Y que se ahorren
descalificar por fascistas estas propuestas, que aplicaron otros totalitarios
fascistas, conocidos por comunistas.
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