miércoles, 6 de noviembre de 2013

DESDE QUE EL HOMBRE APRENDIO A NO ANDAR-17- LA GUERRA FRIA


Rusia empezó en 1948 la transformación de los estados de los países europeos ocupados por su Ejército Rojo en regímenes modelados por el de la Unión Soviética lo que provocó la conocida por guerra fría, que terminó cuarenta años después con el derribo del muro que separaba a la Alemania Oriental de la Occidental y a la Europa libre de la Europa igualitaria.
La explosión por parte de Rusia de su primera bomba atómica en Agosto de 1949, cuatro años después de la que Estados Unidos lanzara sobre Hiroshima la suya estableció un equilibrio de terror entre las dos grandes vencedoras de la guerra.
Desde que se tuvo conocimiento del poder de aniquilación de las dos bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki, se supo que se había probado un arma que suponía una amenaza para toda la humanidad.
El miedo al exterminio que suponía cualquier innovación bélica siempre desaconsejó su empleo: la Iglesia prohibió el uso de la ballesta contra cristianos en el segundo concilio de Letrán de 1139, por miedo a que se exterminaran entre ellos.
Pero, al comprobar la mortandad que dos bombas nucleares norteamericanas habían provocado en Hiroshima y Nagasaki, se supo que en el caso del armamento nuclear la amenaza tenía fundamento porque, en una guerra atómicao, toda la humanidad, combatientes o neutrales, perderían.
Con el freno de que un enfrentamiento militar directo podría desembocar en conflicto nuclear, nunca se enfrentaron en guerra directamente tropas soviéticas contra norteamericanas en los 41 años que duró la guerra fría.
Los intereses de las dos superpotencias abarcaban todo el mundo, por lo que era inevitable que, al enfrentarse, arrastraran a los ejércitos de ambos a dirimir la disputa.
Para esos numerosos combates de intereses sin recurrir en último extremo a sus arsenales nucleares, libraron esas guerras apoyando a contrincantes locales que los representaran.
En China, Corea, Oriente Medio, América Latina y en la convulsa Africa de la descolonización se enfrentaron enemigos nacionales apoyados con fondos, armas, asesores y respaldo diplomático de Estados Unidos unos, y de la Unión Soviética los otros.
Fue también una época la guerra fría en la que los Estados Unidos y la Unión soviética se vigilaban minuciosamente con los más modernos sistemas electrónicos o mediante agentes encubiertos que robaban, saboteaban o impedían actividades secretas del otro.
Con la disolución oficial de la Unión Soviética en 1991, las guerras parecían haberse acabado porque, salvo las amenazas de Corea del Norte a la del Sur y las bravatas árabes contra Israel, todos los estados convivían y se toleraban.
El foco de tensión internacional que más amenazaba una nueva guerra era la situación de los palestinos desplazados por el ejército israelí de sus emplazamientos tradicionales.
Francia, Inglaterra e Israel ocuparon militarmente en 1956 el canal de Suez, que Egipto había nacionalizado,  pero tuvieron que devolverlo por presiones de Estados Unidos y la Unión Soviética, lo que convirtió en derrota su victoria inicial.
El presidente Nasser de Egipto, ideó la creación de la “Organización para la Liberación de Palestina (OLP) para que, al asumir la responsabilidad de defender a los palestinos desplazados de sus territorios por el ejército de Israel, librara de esa tarea a los Estados ärabes, lo que les permitiría la firma de acuerdos con el gobierno israelí.
A pesar de que la astuta maniobra de Nasser permitió a los Estados musulmanes de la zona desentenderse directamente del conflicto, el mundo musulmán bullía con frecuentes tensiones entre los estados y fricciones entre las dos fuerzas hegemónicas del mahometismo: sunnitas y chiitas.
 

 

 

 

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