jueves, 13 de noviembre de 2014

PACTOS PARA SUSPENDER LA DEMOCRACIA



Lo mismo que cuando truena nos acordamos de Santa Bárbara, los españoles reclaman que los partidos políticos se olviden de su rivalidad natural y se alíen cada vez que el gobierno no resuelva un problema acuciante.
Es decir, que se introduzca una pausa en el funcionamiento de la democracia,  que se basa en que el partido mayoritario gobierne y el minoritario se oponga.
Lo natural, en esos momentos de crisis  y en un sistema de gobiernos turnantes según el resultado de las elecciones, es que el que ocupe el papel de oposición extreme sus esfuerzos para que el partido de gobierno fracase.
Hay, entre partido de gobierno y partidos de oposición, un pacto no transitorio, sino permanente, que en los sistemas democráticos queda plasmado en el texto constitucional.
Todo pacto para anular parcial o totalmente, temporal o permanentemente, los cometidos de gobernar del partido mayoritario y limitar la tarea de oponerse de los minoritarios equivale a reemplazar democracia por dictadura.
En un régimen que se llama a sí mismo democrático, como el de España, al gobierno le corresponde contentar a los votantes para que su partido siga gobernando y, a los de oposición, minar la solidez del mayoritario para desplazarlo del gobierno.
¿Y qué es el patriotismo que se invoca como argumento para los pactos entre gobierno y oposición? Según el inglés Samuel Jonson, “el último recurso de los canallas”.
Para el general George Patton, “el patriotismo consiste en que el enemigo muera por su patria antes de que te mate por la tuya”.
Hay una alternativa a la de los pactos entre adversarios políticos: que el gobierno haga lo que se comprometió a hacer, sin tener en cuenta el costo electoral por cumplir ese compromiso y que la oposición acose al gobierno para que actúe, y exponga claramente lo que haría si le correspondiera solucionar el conflicto.
El patriotismo del partido mayoritario es gobernar, el de los minoritarios oponerse al gobierno y, el de ambos, cumplir esas funciones que les marca el gran acuerdo: la Constitución.

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