lunes, 10 de noviembre de 2014

RAJOY: IMPASIBLE EL ADEMÁN



La simulación del referéndum por la independencia de Cataluña ha confirmado que España tiene un problema: Mariano Rajoy.
Como los falangistas de antaño, el actual presidente  parece entrenado para mantener impasible el ademán y no mover ni un músculo, llueva o ventee.
Rajoy prometió para que lo eligieran que normalizaría las relaciones con el gobierno de Arturo Más y resolvería el desentendimiento que argumentaban los separatistas al reclamar que Cataluña fuera un estado independiente de España.
Reduciría, prometió, el paro, rebajaría los impuestos, mantendría los servicios que presta el estado a los contribuyentes a cambio de los impuestos que les cobra y rebajaría el número de enchufados políticos en empresas y organismos del Estado.
--La deuda del Estado la ha incrementado en 100.000 millones de euros por año de gobierno.
-- El paro, deduciendo el número de españoles y extranjeros residentes que se fueron al extranjero a buscar el trabajo que no encontraban, sigue siendo casi el mismo.
--Ha disminuido la calidad y cantidad de los servios prestados por el Estado a cambio de los impuestos que cobra.
--Ha aumentado el número y la cuantía de los impuestos exigidos por el Estado.
--En los tres primeros años de mandato de Rajoy, los escándalos de corrupción y robo de caudales públicos por parte de políticos, funcionarios del Estado y de los sindicatos financiados con fondos públicos han sembrasdo la sensación de la inviabilidad del régimen.
--El número de esos escándalos aumenta porque a diario se descubren casos nuevos, sin que se cierren los abiertos desde hace años.
El resquebrajo de la situación política durante el mandato de Rajoy ha permitido aflorar una nueva fuerza con posibilidades de formar gobierno y cuya virtud principal es que ninguno de sus dirigentes ha gobernado nunca.
El secreto del éxito que se les vaticina es no haberse manchado las manos porque no han tenido oportunidad de administrar intereses públicos.
Si consiguieran librarse de responsabilidades públicas que podrían desencantar a los votantes si las asumieran, el progresivo desprestigio de los partidos que han tenido cargos de gobierno podría aupar a Podemos, la organización en auge imparable, al gobierno de España.
Hasta ahora, los de Podemos, como los púberes sin historias románticas, se benefician de la posibilidad de un futuro libre de turbiedades pasadas.
Como le ocurría a Rajoy antes de que ganara las elecciones que lo auparon a la Presidencia del Gobierno.
Su vida cambió favorablemente para el nuevo presidente y empeoró para los gobernados en cuanto Mariano Rajoy pasó de obedecer las órdenes que recibía a ordenar a otros lo que deberían hacer.
Pasó Rajoy a ser como el bravucón retratado por Cervantes en su soneto ante el túmulo de Feliope II: “ caló el chapeo, requirió la espada, miró al soslayo, fuese y no hubo nada”.
spada, 
miró al soslayo, fuese y no hubo nada.


caló el chapeo, requirió la espada, 
miró al soslayo, fuese Y luego, in continente, 
caló el chapeo, requirió la espada, 
miró al soslayo, fuese y no hubo nada.


y no hubo nada.

caló el chapeo, requirió la espada, 
miró al soslayo, fuese y no hucaló el chapeo, requirió la espada, 
miró al soslayo, fuese y no hubo nada.


bo nada.


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