Aunque de variado pelaje, todos los rojos
tienen una característica que los identifica: su manía de que todos seamos
iguales y, como consecuencia, que esa igualdad se consiga no agigantando a los
de abajo, sino enanizando a los de arriba.
Por eso , los rojos
podan la libre iniciativa individual, que podría elevar sobre la mediocridad
general a los más industriosos, atrevidos, capacitados y afortunados.
Si la igualdad
es la meta, sólo hay dos caminos para alcanzarla:
1.-Espolear e
incentivar a los que se sienten inferiores (porque tienen menos) para que se
igualen a los que consideran superiores (porque tienen más).
2.-Quitarles
una parte de lo suyo a los que tienen
más, para repartirlo entre los que tienen menos.
Naturalmente,
el partido político que articule el Estado
igualitarista será el que establezca la frontera entre los que tengan
demasiado y los que tienen demasiado poco, dictará las medidas para que
desaparezca esa desigualdad y será el que quite y reparta para que la
desigualdad desaparezca.
Consecuencias
comprobadas en todos los países rojos donde se ha aplicado el sistema de
igualdad obligatoria:
1.- Si el que
se esfuerza más, es más ingenioso y tiene más suerte no puede disfrutar ni
disponer libremente del resultado de su esfuerzo, perderá el interés por
esforzarse o se irá a otro sitio donde le permitan disponer de lo que gane.
2.- Una vez le
garantice al que tiene menos el reparto estatal el mínimo necesario para vivir y que viva su
familia, ¿para qué va a trabajar si, en cuanto gane más de lo que necesita se lo
quitará el Estado?
En éste país
nuestro en el que a Franco lo etiquetaron de derechista los izquierdistas porque ellos lo eran y, por
consiguiente, debían colocar en el extremo contrario al suyo a su enemigo, nunca
ha gobernado la libertad, nunca ha gobernado la derecha.
(El tachado de
derechista Franco persiguió enérgicamente las libertades, impuso la igualdad
religiosa, ideológica, económica (INI) y hasta de modas y costumbres.
La derecha no
es ir a misa, evitar palabrotas y dar vivas a España y/o al Ejército.
Ser de derechas
implica apreciar la libertad (individual, empresarial, económica, religiosa,
ideológica, sindical, de expresión y manifestación, etc) como la piedra angular
del sistema.
La izquierda
obliga a:
a) Encaminar
toda acción política al establecimiento de una sociedad sin clases.
b) Que
el partido sea la vanguardia para que el Estado regule las medidas encaminadas
a conseguir esa igualdad.
c) El
Partido, como intérprete de la voluntad del pueblo, inspira al Estado para
acelerar la transformación de la sociedad capitalista en comunista.
Aquí llevamos alrededor de 20 siglos sin
libertad y, por lo tanto, gobernados por la ideología liberticida izquierdista, bajo
monarquías, dictaduras o repúblicas.
Ahora que tanto se anhela el cambio, ¿por qué no cambiar de verdad para
que, aunque solo sea por probar, gobierne la derecha?
Porque, aparte de servidor, que no está ni
para resolver sus propios problemas,(cuanto menos los de mis compatriotas), no
conozco a nadie de derechas en España.
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