Los relatos
originalmente hablados y posteriormente escritos, teatralizados, difundidos en
cines y ahora en televisión, retratan la realidad como el narrador la ve o proponen a los personajes que el autor retrata
como ejemplo de comportamiento social.
La prenda de
lana y manga larga con una hilera de botones en su parte delantera, que popularizó
Jean Fontaine en Rebeca, la película de 1946 de Hitchcock, pasó a ser conocida
por el nombre de la película y era imprescindible en el vestuario femenino.
Es “En la cama” una película chileno-argentina de 2005 que,
después de haberla visto ayer, todavía no sé si refleja prácticas ya habituales
en ese tiempo o las propone como normales en las relaciones de pareja.
Los personajes
que representan el actor y la actriz de la película han cruzado sus miradas en un local público
y, según confesarán después, decidieron
que mantendrían una relación íntima con el otro.
Después de un
primer apresurado y fogoso desahogo, admiten ambos que ni siquiera saben el
nombre del otro y, a lo largo del relato e intercalando acción y confesión,
acaban por conocerse más hondamente que si hubieran crecido juntos.
Por lo que me
cuentan quienes tienen edad y situación de buscar lo que no han encontrado, eso
es ahora lo habitual y ya son raros los casos en que, tras el tradicional
período de conocerse uno a la otra, comparten por fin la emoción del
descubrimiento íntimo.
En todo caso,
es lo mismo aunque invirtiendo el orden de los actos: conocerse para intimar o
intimar para conocerse.
Si intimar
primero para así conocerse es lo que actualmente normal, que nadie crea que su
conducta se acomoda a las exigencias modernas, sino que regresa a los modos
humanos originales.
Aquellos
tiempos en los que, todavía bípedos tambaleantes, el macho intuía o percibía de
alguna manera que una hembra era receptiva y, sin más preámbulo, desfogaba con
ella la desazón que a ambos los enervaba y cada uno se iba después por su lado.
Como la pareja
de la película que retrata o propone el avanzado comportamiento de los
modernos.
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