La gente que no
sabe es como la que no ve: no entiende lo que pasa a su alrededor como, por
ejemplo, que los andaluces tengan intención de seguir votando al PSOE, por
mucho que acusen a los del PSOE de que meten la mano.
Como si la
honradez, en política, fuera un fin en sí mismo y no un medio para conseguir
mandar y, una vez conseguido el mando, no perderlo.
No sean ingenuos
los forasteros: ¿Para qué va a ser honrado un pueblo listo como el andaluz que
vive tan bien, aunque más de la mitad de los que están en edad de trabajar no
trabajen?
Pues eso no indica
que no seamos honrados los andaluces sino que, a fuerza de que nos hayan
explotado desde hace tres mil años, hemos tenido que asumir y practicar un
concepto peculiar de la honestidad.
--¿Es robar quedarse
con lo que no es de nadie en particular, sino de todos en general?
--Si roba parte de lo que es de todos, el considerado
ladrón no hace más que quedarse con lo que también es suyo.
--Lo más grave de
que se culpa a los supuestos corruptos es de que un par de miles de ellos se
han quedado con un par de miles de millones de euros, lo que los ha sacado de
apuros, de las listas del paro y con un millón de euros cada uno en sus
cuentas.
-- Si no los
hubieran robado, ¿dejarían de ser pobres y parados mas de cuatro de los nueve
millones de andaluces?
--Dicen que los que
se quedan con dinero de todos envilecen la política. ¿Puede envilecerse todavía
más una actividad que se basa en despertar el deseo de tener algo para cobrar
por proporcionarlo? (no me refiero a la pornografía ni a su derivación
complementaria).
Al no encontrar
respuesta convincente a ninguna de esas preguntas, es lícito peguntarse si las
quejas a la supuesta corrupción político-social en Andalucía no obedecerá a
motivos inconfesables.
¿No será que, por
mucho que lo intenten en otras comunidades autónomas españolas, en ninguna se
haya logrado una corrupción tan continuada como en Andalucía?
¿Tendrá tan mala
fama la metedura político-social de manos en Andalucía porque, al contrario que
en otros sitios aquí se hace con grasia, alegría y lo mismo en feria que en
carnaval o semana santa?
Para aprovechar la
coyuntura estructural de la permanente corrupción, la Junta piensa subvencionar cursos que ayuden
a rentabilizar mejor el dispendio de caudales públicos, aconsejando actividades
ilegales de difícil detección en las que invertir.
Además, se
financiará un concurso para premiar el mejor slogan para esos cursos. Dicen que
el que más probabilidades de ganar tiene (varios directores generales han
formado una sociedad para concursar) promete: “EL PSOE PERDONA AL QUE
ROBAR ABANDONA”.
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