Pregunta de El
Mundo a Pedro Sánchez, y respuesta del
oficialmente mandamás de todos los socialistas, en una entrevista que el periódico publica hoy:
“--En resumen,
que, según usted, Susana Díaz no va a dar a corto plazo su salto a la política
nacional ni es una china en su zapato.
En absoluto,
Susana ha dejado claro que su dedicación, empeño y compromiso es con Andalucía”.
Oportuno ejemplo
de pensamiento ilusorio, que los anglos llaman “wishful thinking”, y rechazo
interesado del viejo escepticismo español que aconsejaba “no digas nunca de
ésta agua no beberé ni este cura no es mi padre”.
Yo comparto el
deseo del secretario general de todos los socialistas españoles—incluyendo a
los que viven en las díscolas Cataluña y Provincias Vascongadas— por mi desinteresado
y platónico amor a España.
Me proclamo
español y andaluz y amo tanto a España como a Andalucía, por lo que estoy
dispuesto a cargar en solitario con la cruz del socialismo, antes de que los demás españoles se vean forzados,
como Simón de Cirene, el Cirineo, a compartir ésa carga.
No es
altruismo lo que impulsa mi sacrificio sino el más puro, rancio, honesto y
natural egoísmo: si las cosas en Andalucía las ponen todavía más canutas los
socialistas, preferiría emigrar a algún lugar de España que la plaga socialista
no haya arrasado.
Si no quedara
en España ningún lugar libre de socialistas tendría que irme al extranjero,
donde viví 19 años cuando era joven, y ya no tengo edad para una nueva
readaptación ambiental.
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