Cuando vuelvan
los hombres y las mujeres a conocerse para después acostarse la actual
secuencia de acostarse para así conocerse parecerá cosa de antiguos, algo
afortunadamente superado.
¿Qué tendrá
que ver el orden de los factores si el resultado es el mismo?
Tiene que ver,
siempre que las dos partes coincidan previamente en que conocerse y acostarse
son meros experimentos para no descubrir a destiempo que no se aguanta el uno a
la otra o la otra al uno.
Porque
conocerse cada uno a sí mismo y conocer al otro-a para así poderse explicarse
las reacciones propias y las contrarias ante actitudes y situaciones no
previstas es lo que importa entre dos, antes de que sean más de dos.
Y, como ni el
uno ni la otra, o como ni la otra ni el uno son idénticos a sí mismos cada
segundo de cada minuto de cada hora de cada día de cada semana de cada mes de
cada año que convivan, será una asociación estable lo relatimavente eterna que
dure el matrimonio.
No es un
alegato contra la mecánica adoptada por la sociedad para articularse sumando fracciones únicas de individuos que
evolucionan a familias, tribus, clanes y naciones.
El matrimonio,
como asociación básica de dos personas diferentes una de la otra es, cualquiera
que sea la forma que adopte, el primer compromiso tácito o explícito que el
individuo acepta para vivir asociado.
Y el hombre es
la única criatura que, ni encerrado, pierde su libertad que a través del
pensamiento puede transformarlo cada minuto del que era hasta el minuto antes.
Hombre y mujer
evolucionan constantemente por la erosión de los años y por la influencia de
agentes externos a sí mismos y, además, acusan modificaciones en sus
comportamientos como reflejo de conocimientos permanentemente renovados.
Un hombre y
una mujer que contraen matrimonio son una mujer y un hombre diferentes en sí
mismos y uno del otro el segundo posterior al de comprometerse con el “sí”
ritual.
¿Cómo puede
anticiparse la reacción de cada uno hacia el otro si ninguno de ellos puede garantizar que
responderá lo mismo que, en situación idéntica pero en un estado de ánimo
distinto lo hizo antes?
Azar,
casualidad y no causalidad. Justificación posterior de reacciones humanas
inesperadas. Matrimonio y vida. El secreto del mayor misterio, el ser humano.
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