El serio señor
Rajoy se ha metido en un problema muy serio con eso de someter a aprobación de
las Cortes el plan comunitario de ayuda a Grecia, para el que España tendría
que soltar una milmillonanada.
Su grupo, el
Popular, del que emana el gobierno de Rajoy, no puede votar en contra, por
congruencia, de lo que propone.
Tampoco le
conviene votar a favor porque el presidente griego, además de ponerlo de vuelta
y media y desear que sus apadrinados de Podemos lo echen del cargo, carecen de
la seriedad identitaria de Rajoy. Son antitéticos.
Como todo
tiene remedio menos la muerte, el dilema de Rajoy tiene arreglo convirtiendo el
dilema en un trilema: que el PP se abstenga.
¿Se habrá
conocido en la historia de las democracias parlamentarias un rasgo de generosidad
como éste de que el que manda acepte por voluntad propia lo que decidan sus
adversarios que aspiran a quitarle el mando?
La abstención
del PP en el caso de la ayuda al gobierno griego (que no a Grecia) sería el
rasgo más elegante y de respeto a sus adversarios que ningún gobernante haya
dado jamás.
Pero la
oposición al PP es tan enconada que ni eso le agradecerían y se lo afearían
diciéndole que hay que ver y que eso de
abstenerse no es democrático.
Mariano,
hombre impertérrito, pétreo, inerte por naturaleza, podría demostrar una vez
más que hacer de Don Tancredo es el recurso infalible para burlar a un toro
cornalón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario