Los rojos
(comunistas, nazis, franquistas, para los que
todos los hombres son iguales), coinciden con los no rojos (ácratas,
liberales, para los que cada hombre es diferente de los demás), en una manía
común: se acuestan por la noche antes de dormir y se levantan por la mañana
después de haber dormido.
También coinciden
rojos y no rojos en que, después de acostarse y antes de dormirse, escuchan
algún programa deportivo de radio y comprueban la hora en el reloj antes de
levantarse e inmediatamente después de despertarse.
--“Pero no
todos”—puntualiza el quisquilloso—“oyen el mismo programa”.
Lleva razón y no
la lleva porque, aunque los programas deportivos de las emisoras de radio se
llamen de distinta manera, bastaría oír cualquiera de ellos para haberlos oído
todos.
Tienen además una
característica común, su redundante reduccionismo, que les permite englobar el todo en una de sus
partes.
Y así es porque,
si se anuncian como “programas deportivos”, ¿por qué solo se preocupan del
fútbol?
Y, si el fútbol se
practica en todo el mundo por millones de equipos, ¿por qué solo tratan del
fútbol español?.
Si en España hay
miles de clubes de fútbol, ¿por qué los programas radiofónicos solo hablan del
Real Madrid?
Y si el Real
Madrid tiene 22 jugadores en su plantilla ¿por qué a los programas de radio
solo les interesa un tal Cristiano Ronaldo?.
Las autoridades
municipales, autonómicas, deportivas y académicas deberían
intervenir para solucionar el fraude, adoptando una de estas dos medidas:
a) Que en los programas
deportivos se hable de todos los deportes reconocidos por el Comité Olímpico
Internacional (COI), o
b) Que se llamen
“Programas de Cristiano Ronaldo”.
Urge la toma de
esas medidas porque la situación actual es ya intolerable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario