miércoles, 21 de octubre de 2015

TORMENTA OTOÑAL EN PALA DEL RIO



El negro carbón del cielo
llega desde Montealto
al cerro de Los Cabezos,
allí,  donde, arranca el llano.
Chisporrotea la lumbre
que han encendido los rayos.
Ya la llana Vegavita
es un páramo encharcado.
Cruza la tormenta el río
como una banda de grajos
y se cuela entre los puentes
para lavar los naranjos.
Ya sus hojas de obsidiana,
marchitas por el verano,  
brillan como sol temprano
y frutas verdiamarillas
casi en sazón, secretando
el almíbar de su jugo
de la pulpa de sus gajos.
aguardan la mano diestra
que sepa que han madurado.
En el pueblo ya se apagan
las luces del alumbrado.
Y la tormenta, implacable,
cruza el Genil, Pedro Díaz,
y el Judío, enfilando
hacia las torres de Écija
que marcan el altiplano.

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