“Los
candidatos número uno al Congreso del PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos por
Córdoba abordan la reforma de la Constitución en un acto organizado por la
Facultad de Derecho” (El Dia de Córdoba 3-12-2015).
Los cordobeses
tenemos alma universal y anhelos imperiales siempre insatisfechos. Por el Norte
linda Córdoba, o debería lindar, con el Círculo Polar Ártico y, por el sur. con
el Antártico.
Córdoba es más
que el caserío que se derrama desde Las Ermitas (“Hay de mi alegre sierra
sobre las lomas…) al Campo de la Verdad, porque es un permanente anhelo
imperial para que todos los humanos alcancen la suprema categorÍa de
cordobeses.
Por eso, los
candidatos cordobeses al congreso de los diputados anuncian que no se limitarán
a defender los intereses de su provincia, sino a tareas más elevadas (“paulo maiora canamus”)—suenan los versos de la romana Córdoba.
La reforma de
la constitución española es el aperitivo de la hartazón de tareas que se
asignan para hacer de todo el mundo una Córdoba feliz.
La Unión
Europea, por ejemplo será una filfa mientras su capital sea Bruselas.
Trasládese a Córdoba.
Y esa ONU ¿qué
pinta en Nueva York? Si es una organización universal, habría que trasladarla a
la ciudad símbolo de la concordia intercultural: a la Córdoba Judía Mora y Cristiana.
La lista de
tareas de los candidatos a diputados por Córdoba a las Cortes Españolas es tan
interminable como imprescindible para que toda la humanidad sea tan feliz como
los cordobeses:
Hasta quieren
universalizar la acertada fórmula cordobesa del perolito, que es como llaman
los cordobeses a irse al campo a jartarse de comé que lo no cordobeses llaman pic-nic. Es mesté
vé…
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