Como la falsa moneda
que va de mano en mano, va de ordenador en ordenador un leaflet, (lo digo en
inglés porque su equivalente en español es folleto, palabra malsonante que a los
de derechas nos provoca urticaria), que se apoda “El Plural”.
Pues bien, El
Plural es tan singular que, para ver la vida del color del que le gustaría que fuera,
la mira a través de un suplemento para las gafas que le permite contemplarla tan
roja como un tomate en sazón.
“No se quedó corto Pedro
Sánchez, cuando dijo lo que dijo respecto a la corrupción del Partido Popular.
En efecto, el líder del PSOE dio
nítidamente en el blanco al subrayar que el aún presidente del Gobierno
de España sigue siendo una persona indecente”.(El Plural, 16-12-2015).
La equidistante
pluralidad del panfleto quedó retratada. Podría haber reprochado a Sanchez que
no le diera un sopapo a Rajoy, pero se mordió la lengua y no lo hizo.
Puede que fuera porque
la ocasión no era la propicia.Había demasiados testigos como para acusar
posteriormente a la víctima de ser el agresor.
Y es que a esta España
pútrida, amenazada por el cainismo derechista, hay que
cambiarla.
El día ya inminente en
que la libertad proletaria permita quitársela a los explotadores en el recato
de un callejón oscuro, se van a enterar.
Y se enterarán de la pluralidad
de métodos para hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario