viernes, 19 de febrero de 2016

LA DESIGUALDAD DE RITA MAESTRTE



Dicen que los cándidos contemporáneos del Marqués de Santa Cruz se hacían cruces por la ocurrencia de eminente almirante al fijar su residencia a no menos de 400 kilómetros del mar, y se preguntaban: ¿por qué ha hecho su palacio en El Viso?`
--“Porque pudo y porque quiso”, respondían los pocos sensatos que en aquel tiempo todavía no democrático justificaban que el marqués hiciera lo que hizo en las lindes de Despeñaperros,
La misma respuesta  debe darse a la pregunta que hoy, en plena ebullente democracia, se hacen los que no acaban de entender por qué mostró su torso desnudo en una capilla católica la juncal Rita Maestre, evangelista de esa religión pagana que predica la igualdad.
Pero, ¿y si en vez de las erectas colinas del torso de Rita hubiera sido una vieja, pelleja y desdentada la que se atreviera a descubrir los fláccidos órganos glandulosos de su escurrido pecho?.
Habría sido culpable del peor de los pecados, el que se perpetra contra la estética.
Voy a contradecir con premeditación y alevosía la doctrina igualitaria que predica la traviesa y atractiva Rita:

Ella, la encueratriz de la capilla católica, no es igual que las viejas negras desnutridas, que aparecen en los reportajes que los cámaras de televisión nos muestran en los campamentos de los refugiados africanos.

No hay comentarios: