¿Qué les
ocurriría a las sanguijuelas si no encontraran huéspedes a los que chuparles la
sangre?
¿Puede
sobrevivir la sanguijuela sin el animal, grande o chico, del que vive al
chuparle la sangre o comérselo?
¿Puede el
animal del que se alimenta la sanguijuela sobrevivir sin sanguijuelas?
A los que se
niegan a perder tiempo desperdiciándolo en ocupaciones de las que no saquen
dinero, estas preocupaciones mías, que tengo dinero para meter al gobierno en
presidio, les parecerán una idiotez y hasta, quizás, una jilipollez.
Pero, como más
sabe el tonto en su casa que el sabio en la ajena, esa es la preocupación que
me obsesiona desde poco después de nacer, en la primera mitad del siglo pasado.
Y hablando de
sanguijuelas, ¿puede sobrevivir el autor de textos sin críticos literarios que
se quejen de que lo que escribió debería haberlo escrito de otra manera?
¿Puede el
crítico literario sobrevivir sin afear
al que escribió de una manera porque
debería haberlo escrito de otra?
¿Es el crítico
literario parásito del autor literario?
Átenme esa
mosca por el jopo. ¿O debería haber escrito rabo? ¿Tienen rabo, o tienen jopo
las moscas?
Al autor le da
igual. Para decir que escribió lo contrario de lo que debería haber escrito
están los críticos literarios que, como el gallo es nuncio canoro del sol, son
ellos pregoneros de lo mal que escriben todos los que no escriben como ellos
digan que, en su desinteresada opinión, podrían haber escrito mejor.
De eso sacan
los cuartos para vivir comiendo o para comer viviendo..
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