Dice San Lucas, el evangelista, que una vez le preguntaron a Jesus de
Nazaret los fariseos—los que en aquellos tiempos decidían quien o quien no
respetaba la religión judaica, como los socialistas deciden ahora quien o quien no es
demócrata—por qué algunos protocristianos no respetaban el agradable no hacer
nada sabatino.
“No se hizo el hombre para el
sábado”—dice Lucas que les contestó Cristo—“sino el sábado para el hombre”.
Eso es lo que está pasando desde
1978 en España con la democracia, ese invento para gente capaz de resolver sus
propios problemas sin necesidad de que el gobierno se los resuelva.
¿Y por qué en España la democracia
es inservible, si sirve en Estados Unidos, Inglaterra, Suecia, Suiza,
Dinamarca, Alemania y Holanda?
Porque en esos países se entrenó a
sus habitantes para que decidieran por sí mismos sin necesida de que los guiara
quien decidiera por ellos.
El entrenamiento empezó como tenía
que empezar: acostumbrando a la gente a que decidieran por sí mismos lo más
importante que, en aquellos tiempos, importaba más: la salvación de su alma
inmortal.
Así, genéricamente, se llamó protestantes a los habitantes de esos paises
en los que la democracia sirve más bien que mal porque era asunto de cada uno:
si vivía acorde a lo que su interpretación de las sagradas escrituras les
inspirara, se salvarían.
Y ¿qué le pasó a la gente de la
contrareforma, los que si querían salvar su alma tenían que adecuar su fé a lo
que la jerarquía clerical romana les dictara?
Que tenían que obedecer al que
mande para salvarse porque el que manda tiene la verdad y la razón de las que
ellos carecen.
Toda civilización emana de una
religión por lo que la civilización emanada del protestantismo crea individuos
entrenados durante siglos para resolver sus propìos problemas y, la emanada del
catolicismo, obedientes ciudadanos acostumbrados a obedecer.
¿Será por eso por lo que en España, que capitaneó la contrareforma
trentina, la democracia fracasará hasta que los españoles aprendan—si aprenden
alguna vez—a solucionar sus propias dificultades?
Hasta entonces, es más cómodo
obedecer al que mande, llame a su modo de mandar dictadura o democracia.
Al que sea, al
que culpar de nuestras propias culpas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario